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Anota todas las tareas pendientes en tu
agenda. No solo el día de la entrega de ese trabajo, también reserva horas en los días previos para empezar a trabajar en ello.
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Organiza tu tiempo de forma eficaz. Deja las tareas más pesadas para primera hora que estás más fresco y lo menos importante al final del día. Esto es clave si tu objetivo es aprender cómo ser organizado en la oficina.
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Usa accesorios como
marcadores fluorescentes o notas adhesivas para destacar las tareas más importantes de tu agenda diaria.
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Tacha las acciones que vayas terminando. ¡Qué gusto ver como tu agenda se va quedando vacía! De esta forma te sentirás más relajado.
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Si dejas alguna actividad pendiente de terminar, pasa esa tarea al día siguiente en tu
agenda para que no se te olvide.
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Y lo más importante sobre cómo usar una agenda: ¡tienes que mirarla a diario! De nada sirve que apuntes miles de cosas si luego no llevas ningún control sobre estas tareas.
Estas son solo algunas claves sobre
cómo usar una agenda correctamente, pero según tu tipo de negocio puedes ir adaptándolas. Lo importante es una buena organización que te permita aumentar la productividad en el trabajo.
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