El bordado fue denominado como “plumarum opus” por los romanos; así qué, si al igual que ellos le echamos un poco de imaginación, podríamos asemejarlo a la labor de las plumas de las aves, Fue denominada también “opus phrygium” debido a sus relaciones comerciales con los frigios, los cuales traían de oriente esas mercancías.Desafortunadamente no conservamos bordados que se adjudiquen con seguridad a la Edad Antigua salvo alguna que otra pieza de tejidos de la época romana, aunque hay historiadores que afirman que existieron excelentes bordados en Grecia, Roma, Egipto y Asia, basados en las interpretaciones de pinturas y relieves hallados de aquella época. Según los historiadores, y el desarrollo de este arte debe se les atribuye a los babilonios, debido a que procedían de Mesopotamia, así como afirman que las tapicerías y los tejidos finos de Egipto, e incluso, según algunos escritos de Plinio, se afirma que el desarrollo del telar egipcio superaba las agujas provenientes de Babilonia.En algunos escritos del antiguo testamento, hacen referencia a como los fenicios comerciaban con lanas, sedas y bordados procedentes de oriente, de los velos de los templos o las cortinas bordadas del Tabernáculo, incluso se mencionan bordados de oro de los tiempos de David y SalomónVamos a dar un salto de varios siglos y nos detenemos en el año 1755, cuando el alemán Charles Fredick patentó el primer sistema de bordado automatizado; aparecía uno de los mayores avances de la historia del textil, la primera máquina de coser automática.En 1790, el británico Thomas Saint, ideó una maquina cuyo mecanismo realizaba puntadas en cadena, pero por desgracia para él, su invento nunca pasaría de ser tan solo un prototipo.Cuarenta años más tarde, aparecía la primera máquina que imitaba el sistema tradicional de bordado manual, de la mano del francés Barthélemy Thimonnier, y poco después, en el año 1832, el estadounidense Walter Hunt, inventor del imperdible, creaba una máquina cuyo sistema de funcionamiento es muy similar al de las máquinas de bordado industrial de la actualidad.
Tras años de trabajo en el desarrollo de sistemas que propiciaran un proceso de bordado más rápido y de mejor calidad, aparecían las máquinas de bordado controladas por ordenador. En el año 1980, la compañía Wilco presentaba el primer software gráfico destinado a los sistemas de bordado, el cual, era capaz de trazar el bordado mediante coordenadas y un sistema con el que realizar formas de tipo circular
Poco después, las compañías Tajima, Singer y la más que conocida Brother, presentaban nuevos sistemas de software y soluciones para los cabezales de bordado.
Pese a que en la actualidad pueda parecernos que se trata de una técnica de marcaje menos popular, el sistema continúa evolucionando y desarrollando nuevos sistemas de software, más fáciles de usar y capaces de lograr un acabado impecable de los diseños.