En primer lugar, el diseño debe ser tratado mediante un software específico, donde se ajustan y configuran las propiedades de impresión. Si el artículo es oscuro, será recomendable agregarle una capa extra de tinta blanca.
Con la finalidad de poder obtener el resultado adecuado, algunos artículos deben ser tratados previamente mediante una solución que es rociada sobre su superficie. En ocasiones, este paso se realiza de manera manual, pulverizando el artículo a través de una pistola de spray
Posteriormente, para que la impresión se fije correctamente, es importante secar el artículo, bien sea aplicando calor a través de una plancha o simplemente dejándolo secar.
A continuación, se coloca el artículo con sumo cuidado sobre el área correspondiente. En el caso de la impresión digital textil, con el fin de obtener un acabado correcto, la tela no de contener arrugas, por lo que deberá plancharse en la medida de lo posible para que quede completamente lisa, ya que las arrugas, podrían deteriorar el acabado impreso.
Por último, presionamos la tecla adecuada y ¡a imprimir!