A día de hoy, la impresión mediante serigrafía presenta algunos inconvenientes, sobre todo relacionado con los inevitables costes de producción que conllevan la creación de fotolitos y pantallas. Para que el proceso de serigrafía sea rentable se ha de realizar un mínimo de artículos.
El tamaño estándar de una pantalla es de 30 cm x 30 cm, por lo que, si quisiéramos realizar una impresión de mayor tamaño, el coste también aumentaría
Por otra parte, solo podremos imprimir un máximo de 4 colores, de manera que, si la imagen que deseamos estampar contase con un número superior, sería recomendable la utilización de otras técnicas de marcaje, tales como la serigrafía digital o el transfer.